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Si nos ponemos a pensar en los grandes personajes que le han dado vida a este gran abanico de posibilidades deportivas conglomeradas con el título “outdoor”, sin duda tendríamos que mencionar (por complicado que resulte) a Yvon Chouinard, actual empresario norteamericano, dueño de la compañía Patagonia, y uno de los grandes visionarios del rubro en el pasado. Y no es que sólo tenga unas de las empresas outdoor más exitosas del mundo entero, sino que además fue una figura destacada en el ejercicio de la escalada, además de haber sido el inventor de una serie de productos prácticos, tanto para el deporte como para el medio ambiente.
Inicios: Chouinard Equipment
Cuando apenas tenía 14 años, Chouinard comenzó a practicar rapel en roca, lo que consecuentemente lo llevó a sumergirse en el mundo de la escalada: frecuentaba las paredes de Yosemite en el invierno, mientras que en el verano visitaba los Alpes y montañas de Canadá. Incluso llegó a la Patagonia chilena para explorar el Fritz Roy (Cerro Chaltén) en 1968.
Por esos tiempos, ya existían evidencias de su pensamiento visionario, ya que construía sus propias herramientas para el goce de la escalada, haciéndose valer de sus conocimientos en el forjado de hierro. Hay que considerar que durante esta época las fijaciones que se usaban para escalar eran de acero. Por otra parte, además del construir sus propias fijaciones, el norteamericano implementó nuevas técnicas de escalada, que son consideradas como un aporte importante para lo que conocemos hoy en día como montañismo.
Así fue como Yvon comenzó a comercializar esos primeros productos, construidos por él mismo, y ya en 1970 Chouinard Equipment, la empresa que resultó de la producción de estos productos, era el principal proveedor de herramientas de montañismo en los EE.UU.
Consolidación: tendencia a la escalada “limpia” y Patagonia… ¿camisetas de rugby en la montaña?
Chouinard Equipment su mantuvo exitoso durante diez años, y pese a que en los ochenta quebró, dejó como legado un producto que hasta el día de hoy se sigue produciendo y que es clave para el montañismo: los Hexentrics. El empresario se dio cuenta de que las fijaciones de acero utilizadas para el montañismo producían un daño en los spots de escalada, agrietando la roca ya que debían ser instalados y removidos a pulso de martillo; así es como se le ocurre la idea de crear fijaciones de aluminio, bautizadas con el nombre que acabamos de dar, y que revolucionaron la industria y el deporte, así como la mentalidad a la hora de enfrentarse con la naturaleza.
Este salto es considerado como el que inicia la preferencia por los productos que sean conscientes del medio, fundándose de esta forma la “escalada limpia”.
No obstante, el producto que más éxito le trajo fue la idea de combinar el montañismo con el rugby. Así es: por extraño que parezca, el diseño de la ropa de montañismo tiene su inspiración en las camisetas usadas para jugar rugby en los años 70, ya que Chouinard, al notar que el material y la confección de estas poleras era tan resistente, pensó que se podrían adaptar perfectamente a las requerimientos del montañismo, por lo que comenzó a vender camisetas de este tipo a sus amigos escaladores.
La idea fue tan buena que no sólo comenzó a vender poleras a gran escala, sino que se dedicó a la distribución de ropa especializada para la montaña. De esta forma es que nace Patagonia, conocidísima empresa nivel mundial en productos outdoor de vestir, para lo que se eligió como logo nadas más ni nada menos que la silueta del Monte Fritz Roy (Cerro Chaltén).
La referencia de esta nueva empresa en el mundo outdoor se relaciona con la mentalidad verde de Chouinard, la que también lo hizo conocido en su pasado proyecto con los Hexentrics: Patagonia destina un porcentaje considerable de sus ganancias a grupos relacionados con el medio ambiente, además de utilizar sólo productos orgánicos en la confección de sus productos.
Para finalizar, no podemos dejar de mencionar que la filosofía de empresa de Yvon es una de las más relajadas del mundo, lo que queda plasmado en su libro Dejen a mi gente surfear, en el cual se pueden leer citas de este tipo:
“Había una cosa que no quería cambiar, incluso aunque nos pusiéramos serios: el trabajo debía ser algo de lo que poder disfrutar a diario […] Necesitábamos estar rodeados de amigos que pudieran vestirse como quisieran o ir descalzos. Necesitábamos también horarios flexibles para poder ir a hacer surf cuando las olas fueran buenas, o esquiar la nieve en polvo después de una gran nevada, o quedarnos en casa si había que cuidar a un niño enfermo. Necesitábamos borrar los límites entre trabajo, juego y familia.”
El libro también trata en buena parte de su compromiso con el medio ambiente, lo que como emprendedores y amantes del deporte nos parece imprescindible, por lo que terminamos con la siguiente cita y con la recomendación de su lectura:
“…los negocios y las empresas también pueden producir alimentos, curar enfermedades, controlar la demografía, crear empleo y en general enriquecer nuestras vidas. Y todas esas cosas buenas, además de recoger beneficios, pueden hacerse SIN NECESIDAD DE VENDER EL ALMA AL DIABLO. De eso trata este libro.”